Spanish | Español
Tagged:

🇪🇦 Pasión prohibida

4.7
(3)

© 2001 by Sandy

No podía contenerme, el instinto era más fuerte, mis deseos me mataban, el solo hecho de pensarlo me hacia sentirme muy caliente. Pero era algo prohibido algo que no le contaría ni a la más íntima de mis amigas, algo que ni yo podía comprender por qué lo sentía. Pero el deseo era mayor que mi pudor y un día me animé a hacerlo.

Era una mañana hermosa el sol brillaba fuerte en el horizonte yo me desperté sola como todas los días, mi marido ya se había marchado al trabajo. Yo me dirigí vestida como estaba, sólo con un camisón de seda transparente, al establo. Ese día no había nadie más en el campo, sólo yo y mis caballos. Me dirigí directamente a mi favorito, Relámpago, un pura sangre muy bien cotizado, que sólo teníamos como reproductor, y yo ese día estaba decidida a ser una más para él.

Él ya estaba despierto pastando, y comencé a acariciarlo muy despacio como solo yo sé que a él le gusta, mis caricias se fueron dirigiendo muy de a poco hacia su miembro, que en ese momento tenía flácida. Comencé a tocarla y relámpago comenzó a relinchar, yo lo calmaba y le hablaba despacito a medida que frotaba cada vez más fuerte esa vara que iba tomando proporciones inmensas muy rápidamente. Sin pensarlo me quité el camisón y me arrodillé debajo de él, tomé su miembro que en ese momento tendría unos 40 centímetros y comencé a besarlo. Qué pené tan grande era el deseo de toda mi vida, nunca iba a conseguir algo tan descomunal para mi solita. Lo besaba de la cabeza, seguía por todo el tronco hasta los testículos. Mi deseo de ponérmelo en la boca era muy fuerte y a esa altura todo valía el problema era el tamaño, pero igual abrí mi boca al máximo y comencé a introducir su cabeza, qué gusto tan fuerte, a qué pasión, qué calentura no podía creer que tamaño pijon entrara en mi boquita, lo lamía con la lengua y lo volvía a introducir. Así estuve un buen rato hasta que la pija tomó unos 60 cm de largo y estaba totalmente rígida. No soportaba más la calentura, mi clítoris estaba todo mojado sentía como mi ano latía de calentura, definitivamente quería esa vara de hierro dentro de mí.

Junté una montaña de fardo debajo de él, me comencé a acomodar con mis pechos hacia arriba, dejando poco lugar entre su panza y mi cuerpo, abrí bien las piernas y con las dos manos agarré su miembro, estaba súper duro, a todo esto el caballo se mantenía muy tranquilo él confiaba mucho en mí, comencé a juguetear con su miembro en mi vagina era imposible introducirlo pero yo tenía todo el día para eso.

Seguí rozándolo por mi candente concha hasta que ella se iba abriendo cada vez más con la ayuda de mis dedos, comencé a introducir la cabeza muy de a poco. Hasta que en un momento relámpago se puso nervioso y dio un fatal paso hacia adelante y drásticamente me introdujo unos 10 cm de su miembro de golpe, yo grité como si me estuvieran matando, el dolor fue muy intenso, no podía soportar semejante pija dentro de mí. Mis lagrimas brotaban como cascadas de mis ojos y por un momento me arrepentí de lo que estaba haciendo. Con las dos manos sujetaba el pené para que no se siga introduciéndose, seguí un buen rato hasta que el dolor cesó un poco. Pasó como veinte minutos y decidí no dar marcha atrás el dolor no era tan intenso y mi calor era cada vez más fuerte, así que comencé a moverme muy de a poco, para adelante y para atrás, el movimiento me fascinaba realmente me estaba culiando a un caballo, yo estaba súper feliz. Su miembro fue perdiéndose muy despacio cada vez más dentro mío, podía sentir como mi útero era tocado por él, mi vagina en ese momento estaría más dilatada que un momento de un parto. Yo proseguí con mi pasión prohibida. Calculo que me estuve moviendo unos 15 minutos y que llegué a penetrarme unos 25 cm mas no podía, logré tener 2 orgasmos como nunca tuve en mi vida. Hasta que un momento relámpago comenzó a relinchar yo sabía que era el momento de él y tenía que retirar su miembro dentro mío porque podía lastimarme con su acabada y comencé a sacarlo con las dos manos era increíble parecía que no terminaba mas cuando iba por la mitad, sentí como si tuviera una manguera abierta dentro de mi vagina, ya era tarde él estaba acabando y eran chorros y chorros de esperma que inundaban todas mis entrañas, sentía como una explosión interna, cuando terminé de sacarlo sentí como mi vagina completamente dilatada dejaba caer a baldasos toda su leche, al tocarme la vagina me di cuenta que mi puño entraba y salía con total facilidad por lo abierta que estaba.

Para terminar lamí todo su pené y lo limpié todo con mi boca no dejando ni una sola gota de rastro de su leche.

****

Los días pasaron y con ellos el dolor, mi cuerpo volvía a la normalidad y mi vagina a su tamaño original , cosa que nunca creí que podía suceder.

Mi esposo se extrañaba mucho el por qué yo no quería tener sexo, estúpidos pretextos salían de mí. Claro nunca pensaba decirle la verdad, él tal vez podría aceptar una infidelidad, pero no creo que comprendiera la de este tipo.

Reconozco que al principio tuve mucho miedo, hay veces que cuando estamos muy calientes no pensamos en lo que hacemos y eso fue por lo que yo pasé. Pero el recuerdo de mi pasión prohibida volvía a mi mente y con ella la excitación.

Dejé pasar un tiempo prudencial y volví a tener sexo con mi marido. Todo quedó en el pasado por un tiempo, pero nunca pude olvidarme lo que había hecho.

Un día mi marido me dijo que tenía que salir de viaje de negocios todo el fin de semana, yo me enojé, no me gustaba que me dejase sola, pero él insistió que no podía posponerlo y me dijo que invitara alguna amiga para que no me quedara sola.

Llegó el día marcado y él se marchó, bien temprano por la mañana, al rato llegó mi amiga Carla, iría a pasar conmigo todo el fin de semana . Ella es una morena grandota con un cuerpo muy bien formado, recientemente divorciada y sin hijos , así que le venía bien despejarse un poco en el campo.

Paseamos un rato por el campo, charlamos bastante y por la noche comimos una rica cena nos embriagamos con un buen vino y nos fuimos a dormir. Todo hasta ahí transcurrió normalmente.

A la mañana siguiente yo me desperté muy excitada decidí masturbarme un poco pero eso no podía apagar mi fuego. Fui a buscar a Carla y observé que dormía, ella siempre fue de dormir hasta muy tarde , así que me marché tranquila en búsqueda de mi amor, Relámpago.

Sólo quería jugar un rato con él, tal vez franelearlo un poco. Entré al establo cerré la puerta y me dirigí directo a él. Comencé a darle pequeños besitos en la boca y él me lamía toda con su gran legua. Lo saqué de la caballeriza y lo ubiqué en el medio del establo lo até a un poste y me senté en un banquito muy cerca de su miembro. Comencé a acariciarlo y fue de a poco creciendo. Qué hermoso volver a tocarlo después de tanto tiempo , cómo lo extrañaba. Despreocupada y tranquila a sabiendas que Carla aún dormía, me comencé a desnudar toda y luego a masturbarlo con las dos manos, ya para ese entonces Relámpago estaba a casi su máxima potencia y comenzaba a relinchar, se ponía un poco inquieto pero yo lo calmaba.

Tomando con las dos manos ese súper mástil comencé a darle pequeños besitos en la punta hasta irme acostumbrando de a poco a ese fuerte olor del miembro. El tiempo volaba y yo también pero por las nubes, realmente estaba tan excitada que me olvide de todo. Lo masturbaba me detenía para besarlo y chuparlo un poco, luego lo pasaba por mis pechos, era realmente incasable jugar con ese tremendo falo. Tenía unas terribles ganas de volver a introducírmelo, pero el recuerdo del dolor me lo impedía.

En eso siento la voz de Carla que me llamaba y la puerta del establo que se abría. Todo fue tan rápido como un abrir y cerrar de ojos, hace un segundo estaba disfrutando como la mejor, y al otro segundo estaba siendo descubierta por mi amiga en las mas terribles de mis perversiones. Me quedé congelada sentada en el banquito con el pené de relámpago en mis manos y la vista clavada en la cara de sorprendida de mi amiga, viendo lo que yo estaba haciendo. Ninguna habló yo seguía estática no sabía qué decir, pasaron unos segundos que parecieron años y por fin me decidí a decir algo.

Soltando lo que tenía en mis manos tapándome con algo de ropa que estaba en el suelo, le dije a mi amiga – Nunca hago esto es que estaba muy excitada y no sé lo que hacia – ella me respondió – Es asqueroso lo que estas haciendo, pero nunca había visto una pija tan grande y al verla hasta me calienta – cuando dijo esas palabras comprendí que compartíamos algo y me sentí un poquito aliviada. Entonces yo le susurré – querés tocarlo, mira que no creo que tengas otra oportunidad de hacerlo- Ella sin contestarme se dirigió muy despacito hacia relámpago sin quitar la vista de su miembro y me preguntó si era manso, yo le respondí que era súper tranquilo solo ahora esta un poco inquieto porque está precisando de una yegua.

Carla tomó con las dos manos el tremendo miembro y no lo soltaba parecía poseída, yo solté mi ropa y me agaché para demostrarle a Carla con hechos lo que yo sabía hacer.

Ella no decía nada estaba totalmente entregada, masturbaba a Relámpago con las dos manos y mientras yo abría mi boca para poder chupar la cabeza del pené, lograba introducirla un poco en mi boca y eso a ella la ponía aún más caliente.

Carla sin decir una sola palabra se desnudó por completo y se acomodó junto a mí, dándole besitos muy de a poco al súper miembro, pero poniendo cara de que le daba impresión. Yo estaba súper excitada pero mi amiga creo que estaba aún mucho más que yo era capaz de cualquier cosa.

Nos turnábamos para pajearlo, pero Carla no quería chuparlo, no le agradaba el olor que tenía pero sí le encantaba frotárselo por su cuerpo desnudo o sentirlo en sus manos. Luego logré acomodarme poniéndome de cuatro debajo del caballo y le dije a Carla que lo frotara por mi vagina. Ella no se hizo rogar y obedeció inmediatamente a mi pedido.

Qué lindo era volver a sentir esa tremenda vara golpeado las puertas de mi vagina , tenía miedo a la penetración y no quería volver a hacerlo por temor al dolor, pero Carla además de frotarlo me introducía sus dedos mojados para agrandarme la vagina, eran obvias sus intenciones.

Estuvimos así un buen rato mis brazos me dolían por la posición pero la calentura era más fuerte. Carla ya me había trabajado muy bien mi vagina y creo que ya introducía casi toda su mano, así que sin más preludio la sacó y me dijo ahora llegó la hora de la verdad y me comenzó a introducir la tremenda manguera de Relámpago. Qué placer indescriptible, no dolía mucho porque Carla fue muy cuidadosa. Muy de a poco fui sintiendo ese tremendo sable entrar en mí , podía sentir como mi cuerpo comenzaba a partirse en dos , y Carla seguía empujando más y más dentro mío, hasta que en un momento grité basta , sabía que más no se podía meter. Quería que ese instante fuera eterno qué calentura qué placer cómo lo disfrutaba , nunca más quería volver a tener sexo con ningún hombre sólo Relámpago sería mi amante. En eso Relámpago comenzó a moverse yo le grité a Carla que lo sujetara tenía miedo que avanzara un solo paso y terminara literalmente toda reventada por dentro. Carla se paró lo sujetó por delante y desde abajo yo podía observar cómo lo acariciaba para calmarlo, entonces sin perder tiempo comencé a moverme muy despacito para adelante y para atrás, sentía cómo salía y entraba esa manguera, estaba tranquila ya que Carla seguía calmando al caballo , yo me movía sin parar y estaba a punto de llegar a mi orgasmo ay qué placer no me detenía ni por un segundo, aunque mi cuerpo cansado y dolorido me lo pedía a gritos pero yo le seguía dando duro. Entonces vino mi delicioso orgasmo y caí desfallecida al piso dejando detrás de mí el pene de Relámpago. Pude sentir cómo salía de dentro de mí, a medida que mi cuerpo caía, era como si se desprendiera de golpe una parte de mi cuerpo, pero después de eso perdí la conciencia por unos segundos.

****

Me desperté con las caricias de Carla sobre mi pelo, ella repetía suavemente mi nombre y me acariciaba. Creía que todo fue un sueño pero al verme en establo me di cuenta que fue todo verdad.

Carla me miró a los ojos y me dijo, que estuve maravillosa y que nunca se olvidaría los que sus ojos vieron ese día. Yo le pregunté si le gustaría probar y ella me dijo que no , que no era el momento ahora para ella. Pero que sí le gustaría mucho que yo siguiese. Yo estaba muy cansada, realmente no quería saber nada , pero la excitación siempre pudo más que mi cansancio, y entonces decidí seguir los consejos de Carla.

Ya que había probado por mi boca y por mi vagina, solo restaba intentarlo por mi ano. Claro que parecía literalmente imposible pero mi amiga estaba ahí para ayudarme y hoy sí era mi día.

Comencé poniéndome en cuatro y pidiéndole a Carla que trabajara mi ano para dilatarlo suavemente sin que me duela. Ella comenzó mojando mi cola con su saliva e introdujo muy despacio un dedo, luego otro y así sucesivamente. Mientras tanto yo con una mano me masturbaba y con la otra me sostenía para no caerme. Relámpago pasó de ser un participante a ser un simple espectador, su miembro seguía erecto esperando por mí.

Carla ya había introducido cuatro dedos en mi ano, y yo podía sentir cómo el aire exterior entraba por ahí, ella puso dos dedos de cada manos y comenzó a estirar hacia los costados como queriendo abrir más y más , ella me relataba lo grande que se me ponía mi culo y cómo iba a gozar cuando Relámpago me penetrara por ahí. Yo sentía mucho dolor en mi ano pero era soportable , además el masturbarme con la otra mano ayudaba a mantenerme caliente y querer más.

Carla me dijo -Ya estás listas esto está bien abierto, ¡querés tocar!- Y sin que ella retirase los dedos yo corrí mi mano de mi vagina hasta mi ano y pude sentir ese enorme agujero que era parte de mí, nunca creí que podía dilatarse tanto, junté mis dedos y comencé a meter mi pequeña mano dentro. Esa sensación era una mezcla de impresión y calentura. Entonces sin moverme de esa posición y sin sacarme la mano de adentro para impedir que mi ano se contraiga, Carla se paró y trajo a Relámpago ubicándolo justo encima mío, dejando que su monstrual sexo golpetee mi espalda. Ella se volvió a agachar y me dijo que retirara mi mano y abriera la cola con las dos manos. Dejando caer mi cabeza al piso, y subiendo aún más mi cola junté coraje pensando en lo que se avecinaba, con mis manos tomé mis nalgas y comencé a tirar hacia los costados bien fuerte , dejando bien expuesto mi súper ano dilatado. Carla tomó el miembro de Relámpago con sus manos y empezó con la dura tarea de penetrarlo en mi ano. Sin mucho trabajo colocó la punta en mi agujerito pero luego comenzó a empujar para que entrase. Qué dolor, nunca había sentido un dolor tan intenso, en ese momento me di cuenta que mi placer verdadero era el dolor y el sufrimiento, ya que entre más me dolía más disfrutaba. Cada milímetro que ingresaba en mí era como si me estuvieran partiendo a la mitad sentía cómo mi ano se rasgaba, cómo la sangre brotaba de él, le dije a Carla que se detuviese pero ella no me escuchó o tal vez no quiso escucharme. La penetración era muy lenta pero constante no se detenía yo no dejaba de abrir con mis manos bien fuerte mi ano porque sabía que si no lo hacía el dolor iba a ser mortal.

El tiempo parecía eterno el caballo relinchaba arriba mío y mi ano se abría más y más, Carla me relataba lo que veía y me preguntaba cuánto gozaba. De repente se detuvo y me dijo – creo que es suficiente no te quiero lastimar, habrán entrado unos 30 cm dentro tuyo, ahora es tu turno de moverte. Le pedí que me ayudase tomándome de mi cintura, comenzó a balancearme muy despacio para adelante y para atrás. Podía sentir cómo ese tremendo mástil entraba y salía dentro de mí y cada vez con menos dificultad. Carla repetía- Esto es para filmarlo-. Realmente era un espectáculo único pero muy peligroso yo no sabía las consecuencias que podía llegar a tener. De repente en el medio de mi gozo escucho un fuerte y ensordecedor relincho de Relámpago y al instante sentí un escalofrió muy intenso que nacía de mi cola y se expandía por todo mi cuerpo, era que dentro mío un mar de semen fluía sin parar invadiendo mis órganos, creía que de tanto semen me iba salir por la boca pero no fue así ya que fui despedida hacia fuera por toda la presión del chorro.

Caí al piso y Carla pegó un grito de mezcla de espanto y placer – Por dios cómo esta tu ano- grito. Yo no podía sentir nada por debajo de mi cintura. El dolor era tan grande que ya no lo sentía. Mientras tanto Carla observaba cómo Relámpago seguía despidiendo chorros de semen sin parar de su gigantesca e inflamada pija dejando caer todo ese mar de semen en mi espalda, luego con toda confianza mi amiga metió su mano entera en mi ano con la palma abierta, cerrándola dentro de mí y sacándola sin ninguna dificultad, trayendo con ella una gran muestra del semen de Relámpago para mostrarme a mí – Mira esto es lo que saqué dentro de tu cola, tu ano esta tan dilatado que puedo meter toda mi mano sin tocar las paredes del mismo.

Yo me quedé un buen rato en el piso boca abajo relajándome y descansando tratando de que mi cuerpo volviera a la normalidad, cosa que tardó días.

Esa fue mi ultima experiencia con Relámpago ya que quedé seriamente lastimada, no sé si fue difícil inventar cualquier historia para decirle al médico lo que me había sucedido o soportar el dolor durante tantos días. Hoy en día estoy bien pero no voy más al establo para no volver a tentarme. Ya que yo sé muy bien que eso es muy doloroso, pero aún sé más que mi placer y calentura son más fuerte que el dolor.

****

Ella se despertó sobresaltada, se sentó en su cama y se dio cuenta que estaba sola, hace dos días que su marido no venia a dormir, mucho trabajo era lo que el decía. Sin moverse miro por la ventana y se dio cuenta que aún era de noche. La fiebre la envolvía ella no sabia que hacer, claro no era una fiebre de enfermedad, mas bien era sexual. Ella conocía muy bien lo que le sucedía , no era la primera vez, pero nunca fue tan fuerte. Su cuerpo temblaba, sentía unas especies de espasmos y la tremenda necesidad de ser penetrada ya mismo. Quería tener sexo hasta morir y no podía esperar un segundo mas.

Pensaba en ir hasta el baño y juguetear con su consolador, pero sabia bien que eso no iba a ser suficiente. Necesitaba mas mucho mas que un consolador, necesitaba algo bestial. Pero ella hace tiempo se había prometido que nunca mas lo volvería a hacer, pero el deseo siempre fue mas fuerte que ella y además ya estaba muy bien físicamente, los machucones quedaron en el pasado y el presente le pedía volver a intentarlo, al menos una vez mas.

Sin pensarlo mas, desnuda como estaba se marcho al establo. Increíblemente ella de solo pensarlo estaba toda mojada, y al salir al parque ni se dio cuenta del frío de la noche, por el contrario sentía mucho pero mucho calor.
Mas cerca estaba del establo mas excitada se ponía era increíble no lo podía creer, era como si estuviera poseída, no podía controlar su cuerpo el tenia vida propia y su frenesí era capaz de cualquier cosa.
Al entrar al establo fue directamente a buscar a su amor prohibido, Relámpago. El estaba despierto y con una pequeña erección que al verla a ella fue aun mayor, era como si el la estuviera esperando. Ella le dio un pequeño beso en la boca lo acaricio con ternura y lo saco hasta el medio del establo, ahí iban a estar mucho mas cómodos.

No podía esperar mas, se sentó en el piso y observaba como el mástil de relámpago crecía y si aun no lo había tocado y estaba así como seria cuando lo acariciara. No se lo pregunto mas y comenzó con su trabajo.
No dudo en frotar muy despacio el instrumento con las dos manos, el no tardo en responder y comenzó a erguirse con toda fuerza. Ella podía sentir el calor en sus manos y como latía , parecía que no terminaba mas de crecer, tenia la forma de un brazo grande con el puño cerrado. Estaba más descomunal que nunca y ella aún mas necesitada, lubricarse no era necesario ya que su vagina chorreaba sexo.

Sin perder mas tiempo apunto el pene hasta su boca para poder besarlo, intento introducírselo pero fue imposible, la cabeza estaba muy grande, pero sin desperdiciar la oportunidad y cerrando los ojos paso su lengua por todo el sexo del animal. Tenia un fuerte olor pero a ella eso la excitaba cada vez mas, talvez seria por los viejos recuerdos.

Relámpago relinchaba quería sin duda poseerla y ella no se quería hacerse rogar. Entre los dos había una comunicación increíble era amor bestial, que con ningún hombre le hizo sentir y ella sabia que a el ninguna yegua logro calentarlo tanto.

Siguió degustándolo un buen rato hasta que su vagina pedía a gritos ser penetrada, pensó en algún momento ponérselo en el ano pero la excitación venia mas por adelante, además sabia bien que su vagina se dilataba aun mas y que ese día tendría que ser lo mas grande posible.

Podía sentir como latía su vagina y como se dilataba del solo hecho de pensar que iba a ser moustrosamente penetrada, ella quería unir los latidos de su vajina con los del pene de su amante. Eran dos instrumentos que necesitaban unirse , fusionarse en uno solo.

Se paro junto a su caballo y comenzó a observar a su alrededor buscando algo para que la ayudase a estar a la misma altura que su amante, pensaba rápido porque no soportaba mas la calentura. Observo que cerca había un viejo banco el cual bien podía servirle para recostarse. Sin perder mas tiempo lo arrastro hasta donde estaba su amor, mientras el observaba todo sin poder hacer nada, ya sabia que en un momento iba a hacer lo que mas le gustaba, poseer a su dueña.

Una vez que acomodo el banco debajo de Relámpago, comenzó a recostarse en el. Tomo el tremendo fiero caliente con sus dos manos e intento penetrarlo, increíblemente la cabeza comenzó a entrar muy lentamente en su vagina sin sentir mucho dolor, ella sentía como se dilataba cada vez mas, como queriendo succionar todo ese mástil. Los espasmos de placer aumentaban cada vez mas ella deseaba mas y mas.

La noche estaba muy oscura y lo único que se escuchaba eran relinchos y gemidos ensordecedores.

Ella se contorsionaba para poder ser cada vez mas penetrada, relámpago se mantenía quieto dejando que ella hago todo el trabajo, seguía fuertemente agarrada de su miembro y lo iba acercando cada vez mas hacia ella para que pudiera enterrárselo mas adentro. El recorrido del miembro en su vagina era lento, parecía interminable y a medida que entraba se iba poniendo cada vez mas gordo, a ella no le importaba eso y estaba decidida a introducirlo todo. Había perdido la cuenta de cuanto entro pero podía sentirlo recorrer su vientre, tal fuese una víbora.

Fácilmente ese miembro tendría un metro de largo y sabia bien que era imposible ser penetrada totalmente por eso, que era una locura hacerlo, sus órganos serian literalmente aplastados por el. Pero nada de lo que pensara tenia sentido para ella ya que no podía hacer nada, su cuerpo era el que mandaba y el deseaba mas mucho mas. Noto que la mitad del miembro estaba dentro de ella , ella moría de felicidad nunca había gozado tanto, su vagina estaba mas dilatada que nunca, a esa altura calculaba que el miembro tenia unos 12 cm de ancho e iba por mas.

Relámpago estaba cada vez mas excitado y con el miembro duro y grande como nunca sabia que estaba juntado liquido espermático suficiente como para embarazar a todas la yeguas de la cuadra , pero solo iba a ser entregado a una.

Pronto ella sintió la presión del miembro contra su ovario, sabia que era el final del camino, quería moverse pero era imposible estaba literalmente clavada por el miembro, sin pensarlo y dejándose llevar, siguió la penetración empujo mas y mas fuerte hacia adentro su vagina ya no podía dilatarse mas a lo ancho era imposible y mas difícil que esa moustrocidad se acomodase dentro de ella , sin embargo ella quería mas, quería todo eso dentro de ella aunque fuera lo ultimo que haga en su vida. Alzo sus piernas abriéndolas bien y trabándolas contra relámpago, como si estuviera montándolo pero al revés, para lograr su máxima dilatación y con sus manos se agarro con todas sus fuerzas del viejo banco para impedir que su cuerpo se moviera, relámpago pareció adivinar la intención y la ayudo dando un fatal pequeño paso hacia delante

En segundos el deseo mas frenético de ella se hizo realidad, logro ser penetrada por todo el miembro y el dolor que le provoco la dilatación de la vagina para que entrase el ancho, le impidió sentir como fue rasgada toda por dentro, destrozando su ovario y dañando otros órganos vitales. Al momento que eso sucedía tubo un hermoso y ultimo orgasmo, que la dejo parcialmente desmayada, pero volvió en si enseguida cuando sintió toda la leche de relámpago que invadía su cuerpo, fue tal la presión que le parecía sentirla en su boca, pero ya nada importaba sus brazos cansados caían al piso dejándola sentir por ultima vez la alfalfa del granero.

La luz del amanecer entraba al granero y mostraba una escena romántica y terrible a la vez Relámpago seguía parado y ella estaba desfallecida con todo su miembro adentro, ni un centímetro se escapo del miembro de relámpago , debajo de ellos un charco mezcla de sangre y leche inundaba el granero, y ella con la cabeza inclinada hacia atrás y la boca abierta, dejando ver un hilo de sangre que venia del interior de su cuerpo.

Ya no sentía nada, sus espasmos habían desaparecido, como así también el calor de su cuerpo, solo el frió del amanecer se reflejaba en su piel.

How did you like the story?

Average rating 4.7 / 5. Number of ratings: 3

No ratings yet

It's a shame you don't like the story.

What did you dislike? Your feedback will only be shown anonymously to the authors in the authors' forum. The feedback is sent there once a day.

Views: 321

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *